El Tribunal Supremo de Rusia ha emitido un fallo que declara ilegal el movimiento LGBTIQ+ en el país, catalogándolo como una organización extremista. Esta decisión ha generado una fuerte reacción de indignación por parte de los miembros de esta comunidad.
La medida impone restricciones a la propagación y promoción de la diversidad sexual, así como a cualquier intento de fomentar la participación en las actividades relacionadas con el movimiento LGBT. El juez Oleg Nefédov anunció el veredicto que reconoce al movimiento cívico LGBT a nivel internacional como una entidad extremista y prohíbe sus actividades en territorio ruso.
La decisión, con repercusiones «inmediatas», no impacta en el derecho de los ciudadanos a la privacidad, dado que la homosexualidad fue despenalizada en este país en 1993.