En un evento político en el sur de Busan el martes, un hombre con una corona de papel inusual apuñaló en el cuello al líder del Partido Democrático de Corea del Sur (PD), Lee Jae-myung. El ataque afectó la arteria carótida, llevando al destacado político a someterse a un complejo procedimiento quirúrgico.
Según informes de los medios surcoreanos, citando al Partido Demócrata, afortunadamente, las heridas sufridas por Lee no parecen ser «potencialmente mortales». Un funcionario anónimo del hospital comentó que la «vena yugular» fue el área afectada, lo que se considera una suerte en medio de la gravedad del ataque.
Se encuentra bien luego del estado crítico
Lee, reconocido como uno de los políticos más prominentes de Corea del Sur, es el líder del principal partido de izquierda y fue el candidato presidencial más reciente. Aunque perdió por un estrecho margen en las elecciones presidenciales de 2022 ante el actual presidente conservador Yoon Suk-yeol, las elecciones estuvieron marcadas por una intensa contienda y campañas negativas, incluyendo acusaciones de maltrato a trabajadoras domésticas y «chamanismo» en ambos lados del espectro político.
Movimientos y acusaciones fuera de lugar
Después de la derrota electoral, Lee obtuvo un escaño en la Asamblea Nacional, la legislatura nacional de Corea del Sur. Sin embargo, enfrentó acusaciones de aceptar sobornos, lo que lo llevó a iniciar una huelga de hambre en septiembre en protesta contra lo que él afirmaba eran acusaciones falsas en su contra. La situación política en el país ha sido tensa, con eventos recientes que añaden una nueva capa de complejidad a la escena política surcoreana.
Este atentado destaca la volatilidad en la política coreana y subraya la necesidad de abordar las tensiones en el país. La seguridad de los líderes políticos se vuelve crucial en este contexto, recordándonos la importancia de mantener un diálogo respetuoso y trabajar hacia un clima político más estable.